'Narcodrones', el aliado perfecto de los delincuentes: Cada vez se interceptan más drones en las prisiones

Desde hace tiempo, la tecnología se ha convertido en la gran aliada de los delincuentes. En el caso de la prisión de Alhaurín de la Torre, en Málaga, ha servido para que alguien desde el exterior haya introducido droga y dispositivos móviles gracias a un 'narcodron'.

A las puertas de la cárcel, el reportero David Granados ha contado como se habría gestionado la llegada del dispositivo al centro penitenciario. Supuestamente, el dron habría iniciado el vuelo desde una zona de campo aledaña hasta llegar punto exacto donde soltó el paquete: "el narcodron habría subido bien alto, para no ser detectado por las cámaras, hasta llegar al módulo 9 y soltar con hilo de pescar unas 4 tabletas de hachís, una bolsa con algo de marihuana y 3 teléfonos móviles".

Rafael Panizos, funcionario de prisiones, ha contado que fue la Guardia Civil quien dio la alerta de lo que estaba pasando. "Sobre las 3 y media de la mañana, la Guardia Civil encargada de la seguridad exterior, dio alerta de un posible dron sobrevolando el centro y ahí es cuando se activó un mecanismo de seguridad para intentar incautar las sustancias y objetos". El trabajador ha querido hacer un apunte sobre la situación en la que se encuentran: "la tecnología avanza y nos vemos indefensos para detectar la entrada en prisión de objetos prohibidos".

¿Cómo funcionan los 'narcodrones'?

Paula Martin, directora de producto de TRC Drones, ha contado a Espejo Público que, en casos de estas condiciones, "se están detectando el uso de drones manufacturados de unos 200, 300 euros" y que para pilotarlo hablaríamos de alguien "especializados".

Droga y móviles en la prisión de Alhaurín de la Torre

En la madrugada del pasado lunes, la Guardia Civil alertó al centro penitenciario de Alhaurín de la Torre tras detectar un dron que se dirigía al Módulo 9. El jefe de servicio y los funcionarios revisaron las zonas exteriores y las celdas, detectando una actividad inusual en una de ellas, además de un fuerte olor de lo que parecía ser hachís.

Dos internos fueron sorprendidos manipulando un paquete que contenía cuatro placas de hachís con un peso total de 216 gramos, un paquete con cogollos de marihuana, dos teléfonos móviles iPhone y un miniteléfono móvil conocido en lenguaje penitenciario como 'piticlín'. También encontraron un cargador compatible con estos dispositivos móviles.

Los internos implicados fueron trasladados al módulo de aislamiento y todos los efectos intervenidos han sido puestos a disposición del juzgado de guardia, que investigará los posibles delitos cometidos.

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