Ramón compara este proceso con conducir un coche en una cuesta abajo. "Si coges una cuesta abajo con tu vehículo no tienes por qué acelerar, tu coche se desplaza sobre las ruedas cuesta abajo, incluso a lo mejor tienes que frenar" afirma. "Con el avión pasa igual, pones los motores al ralentí, empiezas a bajar y planea a la velocidad que tu le indicas". Afirma que el avión siempre planea en descenso, por lo que a la hora de perder altura no son necesarios los motores. Así, asegura que en principio no hay riesgo si un motor deja de funcionar, y deja muy claro al público que están entrenados en el evento de que algo así ocurra. 435d71
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